IBERO: Humanismo y Educación

IBERO: A mayor humanismo en las aulas, mayor capacidad de reflexión de los jóvenes

  • Al intervenir desde el punto de vista humanista en los modelos educativos es posible reducir tasas de violencia en la juventud.
  • Se debe superar el concepto de que el docente es omnipotente: debe ser humilde y empático con las comunidades.
  • Este modelo será dado a conocer en el Primer Congreso Internacional para la  Formación Humanista en el Siglo XXI que organiza la IBERO, Ciudad de México.
  • Abierto a toda la sociedad mexicana.


La calidad educativa requiere necesariamente de un sentido humanista. Sólo así se obtendrá el cambio de mentalidad en las nuevas generaciones de niños y jóvenes mexicanos. “Hablamos de humildad, de empatía, de saber escuchar, del respeto a la dignidad de toda persona, de la participación comunitaria…, entre otros factores. Es necesario considerar estos elementos como parte sustantiva de un proyecto de intervención en materia educativa. Tenemos ejemplos que nos permiten constatar que al promover  el humanismo en las aulas se posibilita la formación de jóvenes mucho más reflexivos que, de esta manera, logran su propia autorregulación integral y son mucho más empáticos con su entorno, lo cual deriva en una reducción en los índices de violencia”, explicó el Mtro. Alberto Segrera Tapia, académico del Programa de Reflexión Universitaria de la IBERO, Ciudad de México.

Este tema será abordado a detalle en el Primer Congreso Internacional para la  Formación Humanista en el Siglo XXI que organiza esta casa de estudios con motivo de su 70 aniversario y que tendrá lugar los días 27, 28, 29 y 30 de agosto del presente año. “Invitamos a toda la sociedad mexicana en su conjunto para que participe, ya sea como asistente o como ponente. Buscamos investigaciones y testimonios alusivos al tema que provengan tanto de universidades públicas como privadas y de la sociedad en general”, manifestó el catedrático.

Para el Mtro. Alberto Segrera Tapia la formación humanista no puede olvidarse, entre otros, de  los siguientes elementos:

  • “Humildad. Como profesor no lo sé todo y por lo tanto debo evitar caer en una peligrosa actitud omnipotente. Se trata de una relación interpersonal donde todos aportan en un marco de igualdad y complementariedad.
  • Empatía. Ponerme en los zapatos de las personas a las que me voy a acercar, tratando de entender su marco de referencia, su forma de pensar, evitando toda clase de prejuicios y, desde ahí, comenzar a fomentar su proceso de concientización y crecimiento.
  • Saber escuchar. Conocer lo mejor posible con quién voy a trabajar, para que el programa responda a sus necesidades y no a las que yo previamente imagine.
  • Respeto. En una palabra se trata del respeto irrestricto a la dignidad humana de toda persona. Esto implica tener cautela para no invadir espacios privados y nunca violentar a la otra persona, sino, por el contrario, ayudarle a conocerse, valorarse, regularse y autorrealizarse.
  • Actitud resiliente. Es importante identificar y valorar lo que se ha logrado, de acuerdo con lo esperado, e identificar así mismo aquello otro en lo que se puede mejorar, para crecer a partir de lo que ya se ha logrado.
  • Asertividad. Una vez identificada con precisión la necesidad a atender, se elaborará el programa en cuestión para atender a dicha necesidad de manera conjunta, siempre teniendo presente que “el que mucho abarca, poco aprieta”.
  • Participación de la comunidad. Es fundamental que los miembros de la comunidad participen en la preparación, implementación y evaluación del programa correspondiente, nadie como ellos conoce sus propias necesidades.
  • Promoción de la autogestión. Es importante promover que las personas de la comunidad aprendan a responsabilizarse de sí mismos, de que les corresponde comprometerse con su realización. Así mismo, es necesario superar el asistencialismo y el paternalismo que sigue reforzando un enfoque vertical de opresión y que tanto daño nos ha hecho como sociedad.
  • Planeación. En todo proceso la planeación es indispensable, sabiendo hacia dónde quiero ir, trazar con precisión la ruta para llegar a ello, aunque ésta no debe ser rígida. Enfocar los esfuerzos a la meta buscada.
  • Organización. Es importante no caer en la desestructura, tener claros los roles de cada uno de los participantes en el proceso, los tiempos, los espacios… para evitar confusiones y problemas de tipo organizativo.
  • Entusiasmo. Mantener siempre vivo el sentido, el para qué de lo que se está haciendo, aquello que le da razón de ser al trabajo realizado, lo cual  permite continuar y no rendirse ante las adversidades, además de que el entusiasmo “se contagia” y le da cohesión al grupo.
  • Paciencia. Lo logros llevan tiempo en concretarse y mientras más profundos, mayor dedicación y tiempo requieren. Los resultados se obtienen de mejor manera cuando se trabajo de forma serena y el trabajo es constante.
  • Fe y esperanza. Tener la convicción de que la transformación es posible ayuda, junto con el entusiasmo, a no rendirse, a no perder el horizonte y a mantener vivo el ánimo.
  • Amor. Este elemento, si es bien entendido y practicado, engloba a todos los demás. Si realmente amamos a la gente y nos entregamos incondicionalmente al proceso, éste se dará de forma natural y tenderá naturalmente hacia el crecimiento y la realización personal y social.”

“Estos temas se abarcarán en uno de los ejes fundamentales del congreso: Psicoafectividad y Formación Integral, donde además estarán presentes ponentes de talla internacional como el Dr. Jorge Bucay (Argentina) y el Dr. Miguel Ángel Zabalza Beraza (España), entre muchos más”, concluyó el Mtro. Alberto Segrera Tapia.

Para mayor detalle sobre este estudio y sobre el Congreso visite www.ibero.mx/congresohumanista/



Del Primer Congreso Internacional para la Formación Humanista en el Siglo XXI


‘El Primer Congreso Internacional para la Formación Humanista en el Siglo XXI, Reflexión Universitaria para la Formación Humanista’ es un foro organizado por la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México cuyo objetivo es compartir y difundir elementos significativos para el diálogo y la reflexión en torno al papel humanista que responda a las necesidades y desafíos de la sociedad en el siglo XXI desde el ámbito de la educación universitaria.

De la IBERO

La Universidad Iberoamericana asume el proyecto educativo de la Compañía de Jesús, y tiene como misión contribuir en un ambiente de participación responsable, apertura, libertad, respeto y crítica propositiva al desarrollo y la difusión del conocimiento, y a la formación de profesionales e investigadores con calidad humana y académica, que se comprometan en el servicio a los demás para el logro de una sociedad más libre, productiva, justa y solidaria.

La Universidad Iberoamericana considera como principios básicos de su actividad, los siguientes:

* La libertad de conciencia de todos sus miembros

* La constante y sincera apertura al diálogo con todas las corrientes ideológicas

* La libertad académica de enseñanza e investigación, sin más límites que las normas supremas de la Moral y el Derecho conforme a un concepto cristiano del ser humano

* La autonomía real de las funciones universitarias, sin dependencia ni sujeción a intereses económicos o políticos extrauniversitarios

* El sentido profundo y operante de justicia social que tiende al desarrollo integral de las comunidades humanas, en especial de los sectores menos favorecidos.

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